RUTINA ENERGÉTICA de Donna Eden (Parte III)

Este es el tercer post que incluye la traducción de los ejercicios de Donna Eden. Dona Eden los llama RUTINA ENERGÉTICA, y constituyen una herramienta simple y poderosa para mejorar nuestro bienestar.

[Primera parte aquí]

[Segunda parte aquí]

EL ESTIRAMIENTO DE LA CORONILLA

(Alivia la congestión mental y los dolores de cabeza, aclara y refresca la mente, agudiza la memoria, abre el chakra corona a una mayor inspiración)

  1. Coloca tus pulgares en tus sienes y las puntas de tus dedos a la mitad de tu frente.
  2. Lentamente, aplicando presión, estira tu frente estirando los dedos, abarcando la zona desde el final de tus cejas hasta donde comienza tu pelo.
  3. Coloca tus dedos en el centro, pero esta vez empezando directamente donde comienza tu pelo y repite el estiramiento.
  4. Repite este patrón empezando en lo más alto, en el centro y el la parte de atrás de tu cabeza. Continúa hasta atrás del todo y abajo hasta que llegues a la base de tu cuello. Usa presión mientras realizas los estiramientos.
  5. Muévete ahora hacia tus hombros, presiona tus dedos hacia dentro y aguanta. Seguidamente estíralos desde los hombros hacia el frente. Mantén tus manos ahí hasta que te sientas bien, después relaja y baja tus manos/brazos.

39090b48a4a99a6cafb4184d0c6b36d9crown_pull_2-tiff

EL MASAJE NEUROLINFÁTICO

(Te llena de energía, manda las toxinas a tu sistema de eliminación de desechos. Limpia las energías estancadas del cuerpo)

Masajea un subconjunto de puntos enseñados en la imagen usando una presión firme a la vez que mueves la piel arriba y abajo, o con un movimiento circular. Masajea cada punto durante aproximadamente 5 segundos. Alterna los puntos cada día para que puedas cubrir todos y cada uno de ellos cada varios días.

Trabaja más tiempo en los puntos que estén más sensibles. Esa sensibilidad puede que no desaparezca inmediatamente, pero estarás aclarando la congestión.

El masaje neurolinfático es maravilloso para practicarlo diariamente. Sentirás la diferencia.

Nota importante: Este masaje neurolinfático te ayuda a deshacerte de las toxinas. Si tienes muchas toxinas en tu cuerpo puede que experimentes náusea con esta técnica, mientras las toxinas se liberan de tu corriente sanguínea hacia el sistema de desecho de tu cuerpo. Esto no es dañino ni perjudicial, pero puede que prefieras proceder de forma lenta en el futuro, tomándote tu tiempo.

images

CONECTANDO CIELO Y TIERRA

(Abre los meridianos, expulsa energías tóxicas y estimula que la energía renovada fluya a través de tus articulaciones)

  1. Empieza con las manos en tus muslos, los dedos extendidos.
  2. Inhala a través de tu nariz, abre tus brazos hacia afuera haciendo un círculo y junta tus manos en posición de oración. Exhala a través de tu boca.
  3. Inhala a través de tu nariz, estira un brazo hacia arriba y otro hacia abajo, empujando con ambas palmas de las manos. Aguanta, exhala a través de tu boca y vuelve a la posición de oración. Repite el movimiento cambiando los brazos. Haz ésto dos veces por cada brazo.
  4. Deja caer tus brazos abajo, dobla tu cuerpo hacia adelante desde la cintura y relájate, con las rodillas levemente flexionadas. Haz dos respiraciones profundas antes de volver lentamente hacia la posición erguida.

maxresdefault

Continuará….

Del Trauma a la Curación

Esto que vais a leer a continuación es una traducción de la entrevista que Jessica Ortner hizo a la Dr. Lori Leyden titulada “Del Trauma a la Curación”

DEL TRAUMA A LA CURACIÓN:

EL POTENCIAL CURATIVO DEL TAPPING EN NUESTRAS VIDAS Y NUESTRO                                                                   MUNDO.

Hace bastantes años tuve el privilegio de ser invitada a un lugar muy remoto en Ruanda, un pequeñísimo e independiente país del este de África Central. Dudo mucho que ninguna persona blanca hubiera visitado el sitio que yo visité. Era un orfanato de 650 adolescentes cuyos padres habían sido asesinados en el genocidio de 1994. Cien de ellos eran los cabezas de familia, responsables de cuidar a otros huérfanos más jóvenes. Tenían entre 6 y 8 años cuando se les asignó esta responsabilidad. Estos dos grupos me llegaron al corazón. La primera experiencia que tuve con los huérfanos cabezas de familia fue que les pregunté de qué querían curarse y me contestaron cosas como «Curarme de la herida de haber sido violada; curarme de la pobreza; curarme de la desesperanza de ser huérfano/a; curarme de la desesperación de no tener un futuro…»

Al escuchar todas estas cosas, y sabiendo que no tendría la posibilidad de trabajar con todos y cada uno de estos jóvenes, más otros muchos que estaban fuera, de manera individual, sabía que hacer tapping y enseñarles a ellos cómo podían enseñar a los demás, era la solución correcta.

Así que empezamos a hacer tapping centrándonos en el dolor y las heridas de la violación; había 100 jóvenes  practicando tapping. Una gran quietud reinaba la habitación. En una escala subjetiva del 0 al 10, todo el mundo sentía que estaba entre un 8 y un 10, porque habían experimentado una violación en ellos mismos o porque conocían a alguien que la hubiera sufrido, a menudo un miembro cercano de su propia familia. En 20 minutos, literalmente, habían bajado dramáticamente y se encontraban entre el 0 y el 2. ¡Fue extraordinario!

Expresaron que aquella fue la primera vez que se habían sentido a salvo en su propio cuerpo. ¡Este es el poder del EFT-tapping!

¿Curamos nosotros esa herida de la violación? No, no lo creo. Pero ahora eran capaces de tener esas imágenes en la cabeza sin experimentar la reacción fisiológica en sus cuerpos. Y esta es la eficacia del tapping, especialmente bajo este tipo de circunstancias extraordinarias.

 -Cómo funciona el trauma

Estamos aprendiendo que el trauma produce una respuesta de «pelea, huída o congelación» en el cerebro, la cuál mantiene a las hormonas del estrés (como la adrenalina, el cortisol y los esteroides) corriendo por nuestro cuerpo. Estas son las hormonas que nos hacen estar en un contínuo estado de hiper vigilancia, y sentirnos ansiosos. Ellas proyectan esa cinta de imágenes, sonidos y pensamientos en bucle, como una película que se repite una y otra vez, una y otra vez.

Estamos familiarizados con el hecho de que la amígdala es donde se aloja la respuesta de «pelea o huída»; esa respuesta con la que nos encontramos cuando nos enfrentamos a factores de estrés del día a día o en situaciones de estrés extremo. Pero bajo las condiciones de un trauma, la amígdala se congela hasta que se produzca algún tipo de descarga somática.

Hay cuatro condiciones que constituyen un trauma:

– 1: algo altamente inesperado o impactante, como un accidente de coche.

– 2: una sensación de aislamiento, de que estás solo en esa experiencia.

– 3: una sensación de estar atrapado, sin recursos para escapar.

– 4: una sensación de amenaza de muerte, ya sea real o imaginada.

Cuando está presente cualquiera de estas condiciones, la amígdala se congela temporalmente para que puedas regresar a un cierto nivel de actividad y funcionamiento, pero cualquier tipo de estimulación sensorial, un pensamiento, sentimiento, sonido, gusto, roce, u olor puede desencadenar esa respuesta de congelación de nuevo.

Cuando nos encontramos en esa respuesta traumática, a menudo sin saber o comprender por qué, estamos disparando nuestros sistemas cerebrales reptilianos, esa parte de nuestro cerebro que, literalmente, sólo sabe cómo pararse y pelear, o congelarse, o huír. La única manera de liberar esta respuesta es mediante una estrategia o terapia que provea o facilite al cuerpo una descarga somática.

Ese concepto de sentirse emocionalmente secuestrado es uno que mucha gente ha experimentado. Ese sentimiento de que no hay salida, que no tienen ningún control cuando están en ese estado de pánico. Pero debes saber que hay esperanza.

La investigación científica muestra que cuando hacemos tapping en los puntos meridianos estamos mandando la señal al hipocampo de que es seguro tener esos recuerdos y sentimientos, y la amígdala se calma. De esta manera podremos seguir teniendo esa memoria y esos sentimientos, pero sin la respuesta fisiológica. Ya no tenemos que experimentar ese secuestro de nuestras emociones o de nuestro cuerpo, y podemos estar mucho más presentes en nuestras mentes, en nuestros corazones y en nuestros cuerpos en ese momento. Tenemos más recursos. Volvemos a la habilidad y capacidad de nuestras funciones cerebrales superiores.

                  -Curación

También enseño una práctica espiritual llamada «El Proceso de Curación». Lo que he aprendido es que la mayoría de la gente piensa que la Gracia o la Curación se nos es otorgada de manera aleatoria. Puedes estar en un momento muy negro y no saber cuándo va a llegar la gracia, la luz. Puedes pasar largos periodos de silencio y no saber cuándo entrará esa gracia. No puedes programarla para cuando estés pasando momentos de dolor y de oscuridad. Simplemente, no puedes saber cuándo vendrá.

Pero lo que yo he notado desde mi experiencia personal, con mis propios traumas y mis momentos más oscuros, es que la Gracia vino a mí cuando dejé mi ego, cuando perdí esa sensación de control y me rendí de una manera sana. En el momento en que mi ego cedió, llegó la oportunidad para que mi corazón se abriera a la Gracia.

Lo que también he descubierto es que la Gracia aparece instantáneamente cuando nos encontramos en espacios de gratitud, amor, alegría y asombro. Y lo que la ciencia está demostrando, particularmente en el HeartMath Institute *, es que cuando estamos en esos lugares negativos y oscuros, estamos detonando nuestro cerebro reptiliano. Pero cuando estamos en lugares de nuestro corazón donde tenemos esos sentimientos más elevados que resuenan con gratitud, amor, alegría y asombro, estamos detonando nuestra región de la corteza prefrontal, que es donde se alojan los recursos de nuestras funciones cerebrales superiores. Es la casa de nuestros sentidos de transcendencia, intuición, creatividad y sabiduría interior. Y es en estos lugares donde creo que estamos abiertos a tener esos cambios significativos y milagros que aparecen para que nos curemos. Es ese sentido de conexión, de unidad, ese sentido de que «todo está bien».

*HeartMath Institute en español:

http://www.healthmanaging.com/una-metodologia-exclusiva/la-coherencia-cardiaca-puerta-de-la-inteligencia-emocional/

Continuará…

EL PODER DEL “NO” (III Parte)

Esto que vais a leer a continuación es una traducción de la entrevista que Jessica Ortner hizo a Cheryl Richardson titulada “El poder del No”

[Segunda parte  aquí]

CONSEJOS ADICIONALES

-Informa de antemano a tus círculos de gente más cercana sobre tu decisión de practicar decir «No» de forma elegante y con cariño; hazles saber que quieres convertirte en un maestro/a del «No» para contar con su apoyo.

-Habla con uno o dos amig@s para que os apoyéis mutuamente en vuestro aprendizaje de decir «No». Lo mejor de esto es que. si realmente te da miedo no caerle bien a la gente, sabrás que tienes un grupo de personas que te harán sentir genial cuando honres a tu propia alma diciendo «no». Esto compensará el miedo a no caerle bien al resto. Así que proponte contar con el apoyo de gente que van a darte su amor durante este proceso.

-Sé amable cuando te pilles a tí mismo diciendo «Sí» cuando realmente querías decir «No». Esto ocurrirá, así que sé amable contigo mismo, resetea y proponte hacerlo mejor la próxima vez. Date espacio a tí mismo para crecer. Date un margen de error, permítete equivocarte, tropezar;  date la oportunidad de sobre-explicar, debatir, o incluso mentir. Cualquiera que sea el «error». Date permiso para crecer con todo y con eso. Con el tiempo la cosa se va volviendo más natural y sencilla.

Aquí tienes otra ronda de tapping al respecto:

PK: Aunque soy muy duro/a conmigo mismo/a,

y espero ser un maestro del «no»,

elijo amarme y aceptarme.

Aunque puedo llegar a ser muy duro/a conmigo mismo/a,

ahora elijo ser relajado/a.

Aunque mucho me temo que nunca llegaré a ser bueno en esto de decir «No»,

me quiero y acepto estos sentimientos.

C: ¿Y si nunca consigo ser bueno en decir «No»?

LO: Tengo miedo de nunca llegar a conseguirlo

DO: Siempre seré la «chica buena»

DN: Siempre seré el «chico bueno»

B: Siempre me será difícil decir «No»

CL: Decir «No» es demasiado complicado para mí

DB: Simplemente no soy bueno/a en esto

CO: Me crea ansiedad

C: ¿Sabes qué? Voy a ser amable conmigo mismo

LO: Voy a tener compasión conmigo mismo

DO: Me voy a permitir crecer

DN: Estoy creciendo ahora mismo

B: Estoy siendo más indulgente conmigo mismo

CL: Estoy permitiéndome practicar

DB: En realidad estoy mejorando mucho

CO: Estoy mejorando en decir «Sí» a mí mismo.

Respira profundamente.

Y una última idea: Cuando llegues al final de tu vida, lo que más va a importar será la gente a la que amaste, la gente que te amó, y tu relación con lo Divino, y tu vida será definida por las cosas a las que dijiste «No» y las cosas a las que dijiste «Sí». Así que, la próxima vez que vayas a tomar una decisión en la que tengas que responder «Sí» o «No» a algo pregúntate, «¿Honrará a mi alma esta decisión?»

Si la respuesta es «No», entonces encuentra una manera de decir «No».

cherylrichardsonCheryl Richardson es autora de best sellers como Take Time for Your Life, Life Makeovers, Stand up for Your Life, The art of Extreme Self Care, y  You can create an Exceptional Life (escrito conjuntamente con Louise Hay). Fue la primera presidenta de la Federación Internacional de Instructores (International Coach Federation) siendo una de las primeras en obtener un Master en Coaching ( Master Certified Coaching ). Para más información sobre Cheryl y su agenda pública, programa de radio, y presencia en redes sociales puedes ir a:

http://cherylrichardson.com/

@coachoncall en Twitter.

 Facebook:

 https://www.facebook.com/cherylrichardson  

EL PODER DEL “NO” (II Parte)

Esto que vais a leer a continuación es una traducción de la entrevista que Jessica Ortner hizo a Cheryl Richardson titulada “El poder del No”

[Primera parte aquí]

EJERCICIO DE TAPPING

Elige un «No». Elige algo a lo que realmente quieras decir «No». A lo mejor es una petición o invitación que quieres rechazar. A lo mejor hay un cliente con el que estás trabajando pero sabes que ya no os beneficiáis mutuamente y quieres decirle «No». Quizás quieres decirle «No» a tu hijo o hija que te continúa pidiendo dinero cuando tú sólo quieres que maduren y salgan del nido, porque ya son mayorcitos. Como quiera que sea, elige un «No» que te produzca mucha ansiedad. Ahora vamos a hacer algunas rondas genéricas de tapping.

[PK: Punto de Karate / C: Ceja / LO: Lado del Ojo / DO: Debajo del Ojo / DN: Debajo de la Nariz / B: Barbilla / CL: Clavícula / DB: Debajo del Brazo / CO: Coronilla]

Comienza en el punto de Karate mientras dices:

PK: Anque me da miedo decir «No», me quiero y me acepto.

Aunque estoy muy nervioso/a de poner límites diciendo no,

me acepto y me quiero profundamente.

Aunque odio este sentimiento de ansiedad que tengo cuando pienso en decir «no», elijo sentirme tranquila y en paz.

C: Tengo mucho miedo a decir no,

LO: Odio esta sensación en mi cuerpo,

DO: Siempre me entra ansiedad,

DN: Me hace sentir muy incómoda/0

B: ¿Y si dejo de gustarles?

CL:¿Y si se enfadan conmigo?

DB: Odio que la gente se enfade conmigo

CO: Es que no valgo para decir «no».

–siguiente ronda–

C: No valgo para decir «no»

LO: Siempre digo «sí»

DO: Especialmente cuando quiero decir «no»

DN: Pero estoy mejorando a la hora de decir «no»

B: Con cada «tap», mejoro mi habilidad de decir «no»

CL: En realidad, decir «no» es muy cómodo

DB: Cada vez es más fácil decir «no»

CO: Confío en mí para decir «no» y poder lidiar con las consecuencias.

Respira profundamente.

Y vamos con otra ronda

[De nuevo en el punto de karate]

PK: Aunque temo que no podré lidiar con las consecuencias de decir «no»,elijo confiar en mí mismo/a de todas formas.

Aunque tengo miedo de que no seré capaz de lidiar con la ansiedad que siento cuando digo «no», elijo mantenerme tranquilo/a y en paz.

Aunque yo mismo/a fabrico ansiedad al preocuparme sobre lo que podría pasar si digo «no», elijo fabricar paz.

C: Odio decir «no

LO: Para nada, en realidad me encanta

DO: Me provoca ansiedad

DN: En realidad me sosiega

B: Me encanta proteger mi alma

CL: Me encanta proteger mi tiempo

DB: Me encanta proteger mi energía

CO: Me encanta proteger mis experiencias en la vida.

—–

C: Me encanta crear mi propio espacio

LO: Me encanta vivir con espacio

DO: Decir «no» me da espacio

DN: Decir «no» me da energía

B: Decir «no» me da más tiempo

CL: «No» es mi amigo/a

DB: Cada día mejoro más y más el decir «no»

CO: Y lidio con las consecuencias de manera fácil y natural.

Respira profundamente.

Vuelve y haz tapping todas las veces que necesites, hasta que encuentres el alivio que tú quieres.

Fíjate, hubo un momento en el que empezamos a intercalar: «Sí, me gusta. No, no me gusta nada. Sí, me encanta.» Posteriormente pasamos a decir sólo lo positivo. Esto funciona muy bien, especialmente si tienes mucho miedo. Prueba a exagerar los opuestos, de manera que podría quedar algo así: «Tengo muchísimo miedo…», «Me lo paso genial cuando…»

Intenta inventarte ejemplos graciosos, indignantes, divertidos, intolerables, ejemplos que vayan de un extremo a otro, porque eso reprogramará tu cerebro y sentirás el cambio de energía en tu cuerpo.

Practica escribiendo algunas afirmaciones extremas de tu propia cosecha.

APRENDIENDO CUÁNDO DECIR «NO»

Antes que nada, tienes que ser muy consciente de las peticiones que se te hacen. Ya sea vía email, mensaje, por teléfono, en persona, date cuenta de todas las solicitudes que requieren tu atención, tu tiempo y tu energía. Pasa 30 días convirtiéndote en un experto en detectar todas la peticiones que te supongan tiempo y energía.

El segundo paso es poner distancia entre las solicitudes y tu respuesta. Puedes decir «Tengo que consultarlo con la almohada». Dile a la gente «Tengo una política personal, y es que siempre consulto con la almohada todas las peticiones que me llegan. Mañana mismo me pongo en contacto contigo». No tiene que ser algo personal hacia ellos, simplemente conviértelo en una norma tuya, un principio. «Tengo una regla personal por la que siempre tengo que dormir y consultar con la almohada antes de decir sí.» O puedes decir, «Déjame responderte. Necesito pensar y resolver algunas cosas.»

¿Qué peticiones están mermando tu energía y consumiendo tu tiempo actualmente?

Al tomarte tu tiempo para decidir en qué quieres centrar tu energía, puedes estar más presente en aquellas cosas a las que quieres decir «Sí». La Presencia es la moneda divina que usamos en nuestra vida para conseguir las experiencias ricas y llenas de significado que todos queremos.

Cuando intentamos ser buenos/as, simpáticos/as y de ayuda para todo el mundo, estamos despilfarrando ese fondo divino.

Debes tener claro quiénes son las personas a las que quieres ayudar. ¿Dónde y a quién quieres ayudar en tu vida estando lo más presente posible? ¿A qué necesitas decir «no» para poder dedicarte a lo que es verdaderamente importante? Porque cuando estás más presente es cuando de verdad estás en algo, cuando quieres estar ahí. Entonces no corres el riesgo de tener resentimientos.

¿Cuáles son las cosas que de verdad QUIERES hacer, la gente a la que de verdad QUIERES ayudar?

Hay mucha gente en esta comunidad, gente que escucha o lee estas entrevistas, que está aquí porque quieren ayudar a los demás; porque tienen un enorme corazón; porque quieren contribuir a que el mundo mejore, pero esto es una trampa en la que mucha gente cae. Tienen la idea de que necesitan ayudar a todo el mundo, arreglar los problemas de los demás, y sienten que cargan todo el peso del mundo en su espalda.

¡No estás aquí para ayudar a todo el mundo! ¡Todo el mundo es mucha gente! Estás aquí para estar ahí, y hacerlo de la manera más presente posible. Cuando le abres la puerta a demasiada gente, acabas exhausto/a e incapaz de ayudar a nadie.

OTROS PROBLEMAS

Demasiado a menudo nos encontramos sin saber si decir «Si»  o  «No» a una petición. No estamos seguros. Hay razones para decir «Sí» y razones para decir «No». Simplemente no sabemos qué camino tomar. ¿Se te ocurren situaciones así?

Otra tema importante sobre el que hablar es el de tener una lista de «No rotundo».

Tenemos que definir las cosas que no queremos hacer más en nuestra vida. ¿Te viene a la mente alguna de esas cosas?

Ahora vamos a abordar el tema de la ambivalencia con el tapping:

PK:  Aunque me siento indeciso ante esta decisión,

permito que entre un poco de claridad en mi mente.

Aunque no sé si decir «si» o «no» ,

elijo darme el tiempo que necesito para aclararme.

Aunque odio estar entre la espada y la pared,

elijo que me encanta estarlo.

C: Me siento muy indeciso ante esta decisión

LO: No sé qué hacer

DO: ¿Debería decir «sí»?

DN: ¿Debería decir «no»?

B: No estoy seguro de lo que debería hacer ahora

CL: Y odio no saber qué hacer

DB: Me hace estar confuso

CO: Me provoca ansiedad

C: No me gusta sentir esta ansiedad

LO: Así que tomo una decisión a la ligera

DO: Y luego me meto en líos

DN: Porque a menudo la decisión precipitada es la peor decisión

B: Y entonces me arrepiento

CL: Y luego me resiento

DB: Y no estoy feliz

CO: Y la gente a la que le incumbe tampoco lo está

C: Estoy cambiando todo eso ahora

LO: Estoy adquiriendo claridad

DO: Estoy aprendiendo a ser paciente conmigo mismo

DN: Siento compasión por esta indecisión

B: Soy paciente conmigo

CL: Me doy tiempo para decidir

DB: Recuerdo que las consecuencias de la decisión, son lo que más importa.

CO: Puedo arreglármelas con cualquier consecuencia.

Puedo con un «sí»

Y puedo con un «no»

Respira profundamente.

———————————————

Practica la paciencia. Muchas veces nos sentimos presionados a responder inmediatamente, cuando en realidad no lo estamos. Muy a menudo tenemos más espacio para tomar una decisión del que creemos.

Y recuerda que quieres trabajar para conseguir que todas las interacciones que tengas te dejen lleno y feliz, no agotado y resentido.

Hay tres cosas que no debes hacer cuando dices «No» a algo:

-No debes sobre-explicarlo.

-No debes debatirlo o permitir que la otra persona abra un debate contigo.

-No debes defender tu postura.

Por ejemplo, podrías decir «Me encantaría poder ayudarte pero este fin de semana no puedo, espero que todo vaya bien». Sólo eso. Punto. Silencio. No digas nada más. Cuando dudes, di menos. Cuantas más palabras uses, más probabilidades tienes de que esa puerta se abra, invitando al debate. El tono de tu voz también importa; sé amable y atento.

«Siento mucho no poder _____»  o puedes decir, «Tengo una política de no ______, pero gracias por preguntarme.» Punto. Ya está.

Tómate un momento para pensar en situaciones donde podrías haber dado una respuesta similar, o escríbelas en un papel o en tu diario.

Decir «No» a ciertas peticiones, corriendo el riesgo de no gustar a la gente, o sintiéndote que te estás perdiendo algo, te permite estar presente para algo que pueda ayudar a mucha más gente que si hubieras atendido a todas esas peticiones anteriores.

Hay veces en las que tu presencia completa, cuando estás haciendo algo, puede influenciar energéticamente a mucha más gente de la que te puedas imaginar. Puede que ayudes a una persona que continúe su vida y acabe ayudando a millones de personas más, y puede que nunca lo sepas.

Hay nobleza y grandeza en el simple hecho estar presente para el intercambio de energía con otro ser humano.

Continuará…

EL PODER DEL «NO»

¡Ahora empieza lo mejor!  Hemos  terminado de traducir los dos capítulos del libro de Nick Ortner  La solución Tapping: Un sistema revolucionario para deshacerte de tus miedos y tus límites        

A continuación comenzamos con las traducciones de todas las entrevistas de la 7ª Convención Mundial Anual de Tapping (7th Annual Tapping World Summit). Va a ser toda una aventura en la que nos encontraremos con miedos, angustias, ansiedades, penas, frustraciones, vulnerabilidades y muchas emociones más. Pero que no te asuste esto que acabo de decir, porque… no son más que emociones con las que ya hemos convivido, dormido, viajado y vuelto a casa, ¡y seguimos aquí!

Estoy hablando de que, verdaderamente, vamos a mirarlas a la cara y decirles… No sois tan horribles…sé que tenéis un mensaje que darme. Y ahora tengo una herramienta de traducción para dialogar con vosotras…¡el tapping!

Esto que vais a leer a continuación es una traducción de la entrevista que Jessica Ortner hizo a Cheryl Richardson titulada «El poder del No»

                                    EL PODER DEL «NO»:

APRENDE A DECIR NO A LOS DEMÁS PARA PODER DECIR A TU VIDA

Tu habilidad para decir «No» crea límites en tu vida. Crea un perímetro o frontera que, no sólo deja fuera lo que no quieres, sino que conforma un espacio seguro para lo que sí quieres, y para lo que quieres permitir que entre en tu vida.

Mientras nos hacemos mayores, «No» se va convirtiendo en una palabra más y más importante. Cuando eres más joven tienes un perímetro muy amplio porque dices «Sí» a muchas cosas. Si estás empezando un negocio, dices «Sí» a todo cliente que entra por la puerta, a cada cliente con el que vas a trabajar. Pero con el tiempo, cuando vas teniendo más claro y vas identificando con quién quieres trabajar, el tipo de trabajo que quieres hacer, empiezas a decir «No» a ciertas cosas y ese perímetro que te rodea empieza a acercarse. Lo que queda dentro son las cosas que realmente importan.

Básicamente, la habilidad para decir «No» protege el alma. Protege lo que tu alma quiere por encima de todo, y cuando practicamos decir «No», cuando vamos mejorando esta habilidad, nos estamos enseñando a nosotros mismos qué es lo verdaderamente importante para nosotros.

Algunas personas pueden sentir cierta resistencia hacia este concepto. Genera un poco de controversia porque nos han enseñado que debemos decir «Sí». Es algo que nos han enseñado desde niños, para ser un buen chico o una buena chica.

A esto se le suma todo lo que ocurrió en nuestra vida mientras crecíamos. Todos llevamos en nuestras espaldas todo tipo de creencias diferentes sobre lo que ocurrirá si decimos «No». Algunas de las más comunes son «No le gustaré a la gente si digo ‘No’ «. «Hablarán de mí a mis espaldas si digo ‘No’ «. «Se enfadarán conmigo». «Me quedaré fuera». «Me perderé una oportunidad si digo ‘No’ «. «Alguien llegará antes que yo si digo ‘No’, a pesar de que realmente no quiero hacerlo». «Si digo ‘No’ puede que nunca vuelva a presentarse otra oportunidad para yo decirle ‘Sí’, así que más vale que coja lo que se me ofrece ahora».

¿Alguna vez te ha pasado esto? Te recomiendo que escribas tus pensamientos sobre este tema en un papel, o en un diario, si tienes uno.

Muchos de estos pensamientos están basados en creencias que se formaron muy temprano en nuestra vida, a menudo entre el nacimiento y los 5 o 6 años, así que están archivadas en el subconsciente.

Por ejemplo, digamos que cuando tenías 5 años tu madre te quitó un juguete que te encantaba y nunca más lo volviste a ver. Fue una gran decepción para tí, y eso produjo un mini trauma. La energía de ese trauma se queda contigo y, de repente, mientras sigues viviendo tu vida, empiezas a atraer oportunidades para sentirte decepcionado como aquella vez.

¿Recuerdas algún mini trauma de este estilo?

Mientras nos vamos decepcionando una y otra vez, empezamos a formarnos una creencia aún más fuerte que dice «Nada funciona como a mí me gustaría. Siempre me decepciono/decepcionan.» Por supuesto, esto crea la energía que atrae la misma experiencia de nuevo a tu vida. Creces y, como adulto, no sólo tienes miedo de sentirte decepcionado, pero también tienes el mismo miedo de decepcionar a los demás, porque sabes lo mal que sienta.

Esto se va reforzando de manera inconsciente durante toda la vida, y de repente aquí estamos, de adultos, dándonos cuenta de que «Guau. No sé por qué me está costando tanto decir «No» a esta persona que quiere que le ayude con la mudanza este fin de semana, cuando es lo último que quiero hacer en este mundo, pero no quiero herir sus sentimientos, o decepcionarlo, o no quiero que se enfaden conmigo.»

Hay un magnífico ejercicio que quiero a compartir contigo y que es muy simple y poderoso. Piensa en algo a lo que sepas que tienes que decir «No» ahora mismo pero que te está costando muchísimo decirlo. Tienes miedo a decir «No». Cierra los ojos, respira profundamente y pídele a tu subconsciente que te dé un número relacionado con el miedo a decir «No».

Presta atención al primer número que se te venga a la mente.

¿Cuál es el número?

Digamos que te salió el 7. Ahora cierra los ojos, respira profundo y pídele a tu subconsciente que te dé un recuerdo de cuando tenías 7 años relacionado con el miedo a decir «No». Ahora fíjate en la primera imagen, pensamiento, palabra, lo que quiera que sea. Nota lo primero que se te viene a la cabeza, ya que puede que te transporte a aquel momento donde la herida original ocurrió.

Cuando hagas esto, cuando puedas volver a ese momento, empezarás a soltar la energía; empezarás a desbloquear la energía de esa temprana experiencia únicamente porque, de repente, la has traído a tu consciencia.  Eres consciente de ella.

Hacer algo como esto puede, verdaderamente, facilitarte el decir «No», ya que serás consciente de que lo que hay detrás es tu miedo de decepcionar a tu amig@. No quieres herir sus sentimientos diciendo «No puedo ayudarte con la mudanza», pero sabrás que esto está cargado de muchas otras cosas, como aquella vez que, con 6 años, decepcionaste a tu madre. Ella se enfadó contigo, te miró severamente y te dijo «Me has decepcionado…», y has cargado con eso toda tu vida. Básicamente, te darás cuenta de que no se trata solamente de decepcionar a esa otra persona, sino que hay mucho más peso añadido, que sigues acarreando de tu pasado.

Volver en el tiempo e identificar en qué momento algunas de tus creencias que te hacen difícil decir «No» se formaron puede ser de gran ayuda. El subconsciente funciona como el sistema de almacenamiento de un ordenador. Puedes acceder a cualquier memoria allí archivada para que te guíe en cualquier situación presente.

Algunas personas no conseguirán obtener ninguna información. No pasa nada. No es un gran problema. Si una persona tiende a ser muy pensador/a o funciona de manera muy intelectual, lo pensarán demasiado. En cuanto empiezas a pensar demasiado, simplemente será imposible acceder a esa información, ya que estarás entrando en tu cabeza, no en tu subconsciente.

A veces puede que únicamente obtengas una imagen. Puede que tengas la imagen de una pelota, por ejemplo. Busca una imagen de una pelota en tu ordenador e imprímela, o busca una por tu casa. Ponla en algún sitio visible, en algún sitio donde puedas verla a menudo. Esto puede ser el detonante para recordar aquella situación que estás tratando de resolver.

Si no consigues nada de nada, ninguna imagen, recuerdo, frase o número, podrías cerrar los ojos de nuevo, respirar profundamente y simplemente decir «Ok, subconsciente. Quiero que me des otro número. Un número mayor, quizás, y que tenga relación con la situación».

La razón por la que esto es importante es: si recuerdas una imagen de una etapa preverbal, cuando aún no podías hablar, no vas a acordarte de palabras o frases. No podrás recordar a ninguna persona diciéndote algo específico, pero sí que podrías recordar imágenes que te unan a ese momento.

¿Has conseguido un número ahora?

Si no lo has conseguido, no te preocupes por ello. No lo hagas. En su lugar, haz tapping sobre lo que tienes miedo a decir «No».

Una vez, cuando viajaba con Louise Hay, ella dijo algo muy simple y a la vez profundo: «Desde el momento en que nacemos, escuchamos «No, para, no hagas eso, ¡no!»

Desde muy pequeños y mientras que vamos creciendo siempre estamos enfrentándonos a conflictos. Intentamos comunicarnos pero no podemos porque aún no hemos aprendido a hablar, así que hacemos todo tipo de ruidos graciosos y llantos, ¡pero nadie responde a lo que realmente queremos o necesitamos!

Al final el niño acaba llorando porque no puede decir «¡Ey, no me encuentro bien!». Lo que ese niño recibe es «No, para. Deja de llorar» Es un refuerzo constante de que la expresión de los sentimientos verdaderos no está bien. Desde muy niños nos vemos forzados a mantener la paz. Se nos enseña que debemos mantener la paz, cueste lo que cueste.

A todos se nos enseña que debemos mantener bajo control y reprimir aquello que sentimos, lo que deseamos y anhelamos.

No queremos estorbar. Aquí es donde el tapping entra en acción como una gran y hermosa herramienta para aprender a estorbar. Es una técnica bonita, elegante y rápida para enseñarle a esa parte de nosotros que tiene tanto miedo a incomodar porque la verdad es que, ¡no puedes vivir una vida rica y plena a no ser que te conviertas en alguien muy muy hábil a la hora de estorbar!

Continuará…